las campañas de Natan Jewelry, una compañía que se declaró en bancarrota en junio del 2013 (fue comprada por Monte Carlo Joias en octubre del 2014) y que apostó por una publicidad de dudosa calidad ética. Sus gráficas recurren al convencionalismo de la exageración de los beneficios de la compra de determinados bienes materiales, si bien, como afirma Mendoza “Las joyerías Natan llevan al extremo esta idea."
Su estilo provocador no impidió que las campañas publicitarias de Natan obtuvieran diversos galardones de prestigio.