Cartier es un apellido francés que irremediablemente se asocia con joyas. Tal vez porque siendo un sobrenombre muy común en el país galo, la tradición de una dinastía de joyeros le dio un sello inconfundible. La palabra en sí significa fabricante o vendedor de cartas de juego. En este caso va mucho más ligado al primer significado, pues desde el siglo pasado la Casa Cartier se ha caracterizado por diseñar y fabricar varias de las joyas más hermosas y caras del mundo.